De manera sigilosa un grupo de delincuentes forzó unas láminas del techo de una iglesia cristiana ubicada al norte de Ocaña y posteriormente ingresaron, ya en el lugar crearon una escalera empleando las sillas y fue así como lograron sacar todos los instrumentos que se encontraban allí, varios miembros de la iglesia llegaron a verificar la situación, pero ya los ladrones habían hecho de las suyas.